Para muchas personas, el dolor de espalda es inevitable. Pero todavía pueden hacer algo para controlarlo, antes de que necesiten un estudio de resonancia magnética para su diagnóstico.
En Hospital San Ángel Inn, el mejor hospital de México, te compartimos los hábitos más comunes que provocan el dolor de espalda y ponen en riesgo tu columna.
1. El desafío del fin de semana
Es común que las personas se lastimen en un partido de fin de semana, ya que piensan que por realizar una actividad deportiva a la semana, ya son deportistas. Sin embargo, al no entrenar ni realizar más movimiento, su espalda sufre.
Igualmente, las tareas del hogar como limpiar la cochera, el jardín o cualquier otra actividad de ese tipo es una causa común del dolor de espalda.
¡Puedes prevenirlo!
Haz más actividad física durante la semana y ejercita especialmente los oblicuos, es decir, los músculos abdominales laterales, ya que sirven para reforzar el movimiento de tu espalda.
2. Mala técnica al cargar cosas
No hay mucho que decir al respecto: las personas cargan incorrectamente las cosas o intentan levantar algo que pesa más de lo que pueden tolerar.
¡Puedes prevenirlo!
Utiliza tu abdomen como punto de apoyo para soportar el peso. Igualmente, es conveniente que sigas estos principios para cargar cosas de forma segura:
- Dobla las rodillas y mantén tu espalda recta. No dobles tu cintura.
- Mantén el objeto cerca de ti. Mientras más lejos lo sostengas, más estrés causarás en tu espalda.
- Nunca cargues un objeto más arriba de tu axila o más abajo de tus rodillas.
- No muevas algo que pese más del 20% de tu peso.
- No gires cuando estés cargando algo, pero si es necesario, cambia de dirección con tus pies, no con tu cintura.
3. Distracciones en el día a día
No hace falta que hagas actividades pesadas para lastimar tu espalda. Las tareas del día a día pueden causar lesiones si tu cuerpo no está listo para el movimiento. Además, si estás en modo piloto cuando estás haciendo algo, es más probable que suceda.
¡Puedes prevenirlo!
Acostumbra a tus músculos a realizar un movimiento correcto. Cuando te muevas, imagina que estás usando un corsé que impide el movimiento brusco de tu abdomen. Hacer eso durante el día, fortalecerá tu espalda y evitará que pequeños movimientos provoquen fuertes dolores.
4. El día laboral
¿Cuánto tiempo al día pasas sentado? De momento, hablemos de lo que pasas sentado en tu jornada laboral.
Los discos de tu columna son esponjosos y sirven como cojín a las vértebras en tu espina, pero reciben poca sangre. Cuando te mueves, hay más circulación en los discos, y cuando te sientas, estás privando de nutrición a esta parte tan importante de tu columna.
Pasar mucho tiempo sentado, añade estrés a tu espalda, ya que los discos sólo se mantienen en una buena condición a través del movimiento.
5. El transporte
Relacionado con el punto anterior, ¿cuánto tiempo pasas sentado manejando o yendo de un lugar a otro?
Estar sentado es lo peor para tu espalda y cuello y puede causarles serios daños a largo plazo. Además, algunos estudios han mostrado que estar sentado, pone más presión en tu espina que estar recostado o parado.
Pero la peor postura es estar sentado e inclinado hacia delante. Esto cierra tu pelvis y estira tu espina, pero pone presión en la parte frontal de las vértebras, justo donde se ubican tus discos.
¡Puedes prevenirlo!
Dado que no puedes evitar ir a trabajar o manejar durante largos periodos, sigue estos consejos para que reduzcas el impacto en tu espalda:
- Párate y muévete al menos una vez cada 20 minutos y toma agua en ese intervalo de tiempo.
- Mantén tu espina alineada apropiadamente, colocando tu pantalla a la altura de tus ojos.
- Elige una silla que soporte tu espalda y ajústala para que tus pies toquen completamente el suelo.
- Siéntate completamente erguido, estirando tu espina, pero con los hombros relajados.
Si todo lo demás falla…
En ocasiones, el dolor no va más allá de eso, pero si es un dolor agudo y constante, probablemente requieras realizarte un estudio de resonancia magnética lumbar que facilite el diagnóstico y tratamiento a un especialista.
¡Descubre por qué es el mejor estudio para diagnosticar las lesiones deportivas!
