En este mes de la sensibilización sobre prevención de cáncer de mama, es necesario que sepas cuáles son tus opciones para cuidar tu salud. Anteriormente, mencionamos que la mastografía es un método que ayuda en la detección oportuna. Ahora conoce las preguntas más frecuentes.
Es una imagen de tu seno obtenida a través de rayos X.
Existen dos tipos de mastografía: una de detección y otra de diagnóstico. Aunque se utiliza una misma máquina para realizar ambas mastografías, la de diagnóstico tarda más, pues se tiene que aplicar una dosis mayor de radiación para conseguir imágenes de la mama en distintos ángulos, así como para magnificar el área sospechosa y así producir una imagen precisa para que tu médico la pueda interpretar.
La mastografía de detección se emplea para buscar cáncer de mama en mujeres que no presentan síntomas de la enfermedad. Consiste, en general, de dos imágenes de rayos X de cada seno. Los rayos X ayudan a detectar tumores que no son perceptibles al tacto, así como microcalcificaciones (pequeños depósitos de calcio) que pueden indicar la presencia de cáncer de mama.
Por otro lado, debe recurrirse a una mastografía de diagnóstico una vez que se haya detectado un bulto o algún síntoma de cáncer de mama, para corroborar que, en efecto, sea cáncer. También se aplica para dar seguimiento a la detección previa de algún cambio, o cuando es difícil obtener una imagen de detección, como es el caso en mujeres con implantes mamarios.
La detección oportuna de cáncer de mama significa que el tratamiento se puede iniciar de manera temprana en el curso de la enfermedad, posiblemente antes de que se haya diseminado. La mastografía de detección puede ayudar a reducir la cantidad de muertes por cáncer mamario entre mujeres de 40 a 74 años.
Los posibles daños son:
Estos ocurren cuando los radiólogos ven una anormalidad potencialmente positiva en la mastografía, pero no hay cáncer. A todos los resultados anormales, como este, se debe dar seguimiento con pruebas adicionales, como mastografía de diagnóstico, ultrasonido mamario o biopsia, para descartar o confirmar el cáncer.
Estos resultados son más frecuentes en mujeres más jóvenes, mujeres con senos densos, mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama y mujeres que toman estrógeno, por ejemplo, durante la menopausia.
En la detección del cáncer, un resultado negativo significa que no hay anomalía presente. Los resultados falsos negativos ocurren cuando la mastografía parece normal, aunque esté presente el cáncer de mama. Las mastografías no detectan el 20% de los casos de cáncer de mama y esto puede conducir a retrasos en el tratamiento.
Otro factor que desemboca en resultados falsos negativos es la alta densidad mamaria. Los senos normalmente contienen tanto tejido denso (tejido glandular y tejido conectivo, conjuntamente conocido como tejido fibroglandular), como tejido graso. En la mastografía, el tejido graso aparece oscuro, mientras que el fibroglandular aparece como zonas blancas. Debido a que el tejido fibroglandular los tumores son de densidad similar, es más difícil detectar el tumor.
Si tuviste un implante después de una mastectomía, debes preguntar a tu médico si es necesario realizar una mastografía del seno reconstruido.
Los implantes pueden ocultar tejido mamario, lo que complica la detección de alguna anormalidad en la mastografía. Aunque el radiólogo debe tener experiencia en la realización de mastografías a mujeres con implantes mamarios, no está de más que le comuniques a él y a tu médico sobre su existencia, ya que así se asegurará de que se puede ver el mayor tejido mamario posible en el estudio.
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