El cáncer mamario es el más frecuente en las mujeres de todos los países. Su incidencia ha aumentado constantemente tanto en naciones desarrolladas como en vías de desarrollo por el aumento de la esperanza de vida y la urbanización, entre otros factores.
La detección temprana sigue siendo factor clave de la lucha contra esta enfermedad. Cuando se detecta a tiempo, se establece un diagnóstico adecuado, se brinda tratamiento y las posibilidades de curación son elevadas.
La mayoría de las muertes se producen en los países en desarrollo, donde los diagnósticos se hacen en estados avanzados, debido a la falta de sensibilización sobre la detección temprana y los obstáculos en los servicios de salud.
Detección oportuna significa encontrar el cáncer antes de que se propague al resto del cuerpo. Aunque el cáncer de mama no puede ser completamente prevenido, la detección oportuna brinda mayor posibilidad de un tratamiento exitoso.
Esta práctica ayuda a familiarizarse con el aspecto y las diferentes texturas de los senos. Teniendo esto en cuenta, es posible identificar cualquier cambio que ocurra en ellos, para poder informar a nuestro médico. Debes estar alerta ante estos cambios:
Ante cualquiera de estos síntomas, debes consultar a tu médico. A menudo no se deben al cáncer, pero es necesario informar inmediatamente para que se pueda descartar o diagnosticar problemas y tratarlos.
En sus etapas iniciales, el cáncer de mama generalmente no causa los síntomas. Por ello, es recomendable que las mujeres mayores de 40 años se realicen este estudio una vez al año, de esta manera se detectan tumores y otras condiciones anormales.
Las mastografías –o mamografías- pueden detectar cáncer u otros problemas antes de que un bulto crezca lo suficiente como para ser detectado al tacto, proporcionan una manera más efectiva de tratar el cáncer, pues se descubre en sus primeras etapas, cuando el tratamiento suele ser más exitoso. Además, son seguras, rápidas y relativamente indoloras.
1. Antes de la mastografía
2. El día de la mastografía
3. Durante tu mastografía
4. Después de su mastografía
Si tu mamografía es anormal, no entres en pánico. Esto no siempre significa que hay cáncer. Es necesario tener pruebas adicionales para poder hacer un diagnóstico. En este caso, tu médico podrá solicitar las siguientes pruebas:
Consiste en colocar un gel sobre la piel de la mama, para que un instrumento llamado transductor –similar a un micrófono- se mueva a través de la piel para mostrar la estructura de tejido subyacente.
El transductor envía ondas de sonido y recoge los ecos mientras rebotan en los tejidos del cuerpo. Los ecos generan una imagen en blanco y negro en una pantalla de computadora.
Esta prueba utiliza un potente imán vinculado a una computadora, que crea imágenes detalladas del seno.
Consiste en extraer líquido o tejido del seno para ayudar a descubrir si hay cáncer mamario.
En Hospital San Ángel Inn nos sumamos a este mes de sensibilización sobre prevención, con nuestro paquete de check-up para la detección del Cáncer de Mama, solicítalo y conócenos.