La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que causa inflamación crónica en las articulaciones. Una de las formas más eficientes de detectarla es con una resonancia magnética.
Causas
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune. Las enfermedades autoinmunes ocurren cuando los tejidos del cuerpo son atacados, por error, por el mismo sistema inmunológico, lo que se refleja en la inflamación, en este caso, de las articulaciones. Cuando el tejido permanece inflamado, se produce su deformación, ya que se desgastan los ligamentos en las articulaciones y se produce la erosión de cartílagos y huesos.
Aunque la inflamación del tejido alrededor de las articulaciones es una de las características clave de la artritis reumatoide, la enfermedad también puede causar inflamaciones y lesiones en otros órganos del cuerpo.
Síntomas
Además de la inflamación de las articulaciones, la artritis reumatoide presenta otros síntomas que pueden indicar que es momento de realizarse una resonancia magnética:
- Dolor de articulaciones en pies, manos y rodillas
- Fiebre
- Pérdida de funciones en las articulaciones
- Articulaciones rígidas
- Fatiga
- Enrojecimiento de articulaciones
- Nódulos reumatoides
- Calor en las articulaciones
- Deformidad en las articulaciones
Diagnóstico
La artritis reumatoide puede ser difícil de detectar ya que comienza con síntomas muy sutiles, como dolor ligero en las articulaciones o un poco de rigidez en las mañanas. Además, existen otras enfermedades que se comportan como la artritis reumatoide en su etapa inicial.
Si presentas algunos de los síntomas anteriores, es recomendable que acudas con un reumatólogo, quien te podrá decir los estudios que debes realizarte para hacer un diagnóstico adecuado.
Un diagnóstico de artritis reumatoide suele involucrar un examen físico, un análisis sanguíneo que detecte la presencia del “factor reumatoide” y una resonancia magnética que permita visualizar con más claridad el daño causado por la enfermedad.
Tratamiento
Actualmente, no existe cura para la artritis reumatoide. El objetivo del tratamiento es disminuir los síntomas y mejorar la funcionalidad de las articulaciones, y por ese motivo, es importante comenzar con el tratamiento tan pronto como sea posible.
Partiendo del daño detectado por una resonancia magnética, la terapia de la artritis reumatoide ha mejorado significativamente en los últimos 30 años. Actualmente, los tratamientos proporcionan un gran alivio a los síntomas y permiten que los pacientes mejoren su funcionalidad. Y, con los medicamentos adecuados, muchos pacientes pueden alcanzar la “remisión”, es decir, no presentar signos de la enfermedad.
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