Prevención y adultos mayores: ¿qué medidas tomar?

Para las personas mayores, la prevención es una etapa fundamental en el cuidado de la salud. Tomar las medidas necesarias, a tiempo, puede evitar un gran número de complicaciones.

La prevención en adultos mayores depende de cuatro factores principales: el estilo de vida, el tratamiento médico, la prevención de lesiones y la conducción. 

Estilo de vida

• El ejercicio, incluido el ejercicio aeróbico, sigue siendo importante. El levantamiento de pesas protege contra la debilidad en los músculos, la pérdida de masa muscular y la osteoporosis al fortalecer los músculos y aumentar la densidad ósea.
• El ejercicio aeróbico aumenta la resistencia y puede reducir levemente el riesgo de algunos trastornos cardíacos y vasculares. En los adultos mayores, el baile y actividades como el taichí, pueden tener beneficios adicionales, como mejorar el equilibrio, ayudar a prevenir caídas y la pertenencia a un grupo social con el que se puedan identificar.
• Dejar de fumar es útil a cualquier edad. Puede ayudar a mejorar la resistencia y disminuir la frecuencia y la gravedad de los síntomas de at aques cardíacos y ciertos trastornos, como dolor de pecho (angina de pecho), calambres y dolor de pierna. 
• El alcohol se metaboliza de manera diferente en los adultos mayores. Los adultos mayores que beben alcohol deben estar conscientes de que más de una bebida por día puede aumentar el riesgo de lesiones y otros problemas de salud.

Tratamiento médico

• Comprender el tratamiento médico es importante para los adultos mayores, porque son más susceptibles a los efectos secundarios de los medicamentos.
• Entre los factores que pueden aumentar la susceptibilidad, se incluye la forma en que el cuerpo procesa y usa muchos medicamentos. Éstos pueden conducir a interacciones entre medicamentos o entre medicamentos y alimentos. Es por ello que, conocer no sólo el nombre, sino el propósito de cada medicamento y con qué otros medicamentos y alimentos no pueden mezclarse entre sí, es muy importante para evitar problemas.
• También se debe tener en cuenta por cuánto tiempo se tomará cada medicamento y qué actividades se deben llevar a cabo durante el tratamiento. Cada medicamento debe ser revisado y avalado por el médico de cabecera.

Los adultos mayores deben recibir las siguientes vacunas:

1. Vacuna antineumocócica (para la neumonía) una vez, a menos que el riesgo de desarrollar neumonía sea alto.
2. Vacuna contra el tétanos, la difteria y la tos ferina (una vacuna combinada). Una vez, si es que no han recibido previamente una vacuna contra la tos ferina, y luego vacuna contra el tétanos y la difteria cada 10 años.
3. Vacuna contra gripe e influenza una vez al año.
4. La vacuna contra el herpes zoster una vez a los 60 años.

Todas las vacunas son importantes. No podemos descuidar este aspecto porque los adultos mayores son mucho más susceptibles a estas enfermedades.

Prevención de lesiones

¿Cómo se pueden prevenir?

• Limpiar áreas desordenadas en el hogar.
• Quitar o asegurar alfombras y los cables eléctricos y de teléfono descubiertos.
• Asegurarse de que la iluminación sea adecuada.
• Adición de pasamanos, barras de sujeción y superficies de tracción o antideslizantes, como bandas o alfombras de baño, a escaleras y bañeras, según sea necesario.
• Instalación de pasamanos cerca del inodoro, en la bañera y la ducha.
• No usar aceites de baño que podrían ser escurridizos.
• Asegurarse de que se está consumiendo la dosis efectiva más baja de los medicamentos necesarios.
• Realizar actividades para mejorar el equilibrio, como ejercicio, danza o taichí.

Conducción

• Un adulto mayor probablemente tenga que dejar de conducir si su visión, reflejos o función general es deficiente.
• No deben conducir cuando toman medicamentos que causan somnolencia o si su visión nocturna es insuficiente.

¿Cuáles son las medidas que se deben tomar de acuerdo al estado de salud del adulto mayor?

La aplicación de cada una de estas recomendaciones de prevención también depende del estado de salud del adulto mayor.

Si está saludable

En el caso de los adultos mayores saludables, las medidas de prevención se orientan al estilo de vida, que incluye:

• Ejercicio: realizar ejercicios aeróbicos y de resistencia pueden ayudar a proteger el cuerpo contra la debilidad muscular, la osteoporosis y los problemas cardiacos.
• Tabaquismo: dejar de fumar no sólo mejora la salud en general, sino que reduce la frecuencia y severidad de ciertos desórdenes, como los calambres, el dolor de pecho y los dolores en las piernas.
• Alcohol: el alcohol se metaboliza de forma diferente en cada persona. Sin embargo, aquellos que consumen alcohol en la vejez, deben tener en cuenta que tomar más de una copa al día incrementa el riesgo de lesiones y otros problemas de salud.

Si tiene enfermedades crónicas

Este grupo usualmente tiene enfermedades severas no curables, pero sí tratables. Generalmente funcionan por sí mismos o con mínima dependencia a otras personas, toman muchas medicinas en su día a día y, de vez en cuando, son hospitalizados por las exacerbaciones de sus enfermedades crónicas.

Medidas de prevención adecuadas:

• La prevención en estos casos se debe orientar hacia el consumo del medicamento en la forma y los tiempos indicados por el médico.
• Existen varios factores que influyen en la forma en que el cuerpo procesa y utiliza los medicamentos. Estas diferencias pueden generar interacciones entre diferentes medicinas o comidas. Seguir las indicaciones del médico es esencial para que el medicamento logre el propósito deseado.
• Por otro lado, es recomendable realizar estudios médicos con cierta frecuencia después de los 60 años, para asegurar que cualquier molestia no es generada por un agente diferente a la edad.

Si es de complexión frágil

La prevención de lesiones es esencial para este grupo, en especial, la prevención de caídas. Las caídas son la principal causa de complicaciones en los adultos mayores frágiles y con enfermedades crónicas severas. Algunas formas de prevenirlas son:

• Remover cables del piso.
• Asegurarse de que la luz es adecuada.
• Añadir barandales o manubrios a las escaleras y los baños, cuando sea necesario.
• Utilizar tapetes de goma para evitar resbalones en la regadera.
• Hablar con el médico sobre las medicinas que pueden causar confusión o problemas de equilibrio.
• Realizar ejercicios para mejorar el equilibrio.

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