La demencia senil es una enfermedad común que incrementa su riesgo de ser padecida con el envejecimiento. Usualmente, aparece en personas de más de 65 años.
La demencia es un síndrome asociado con el declive del cerebro y sus habilidades. Esto incluye problemas de:
Las personas con demencia pueden perder repentinamente el interés en sus actividades usuales y tener problemas para controlar sus emociones. Esto también representa un desafío para las interacciones sociales y ciertos aspectos de su personalidad pueden cambiar.
Una persona con demencia puede perder la empatía, pueden escuchar o ver cosas que otras personas no, o pueden hacer declaraciones falsas sobre ciertas cosas.
Dado que la demencia senil afecta las habilidades mentales de una persona, pueden tener problemas para organizar y planear cosas, por lo que la independencia se puede convertir en un problema.
Otros síntomas pueden incluir:
La mayoría de los tipos de demencia senil no pueden ser curados, pero si se detectan a tiempo, existen formas de reducir la velocidad de los síntomas y mantener las funciones mentales.
Para hacer el diagnóstico, se realizan una amplia variedad de estudios, aunque hay unos más comunes que otros.
A las personas con síntomas de demencia se les realizan cuestionarios para ayudar a medir sus habilidades mentales y detectar qué tan severos son los problemas que tienen. Uno que se utiliza ampliamente es el miniexamen de estado mental (MMSE por sus siglas en inglés). Esta evaluación determina habilidades como:
El MMSE no es una prueba que diagnostique demencia senil, pero es muy útil para evaluar el nivel de impacto mental que una persona con demencia tiene.
Los escaneos cerebrales suelen utilizarse para el diagnóstico de demencia senil una vez que otro tipo de pruebas han detectado problemas. Son necesarios para encontrar evidencias de otros posibles problemas que pudieran explicar los síntomas de una persona, como un derrame o un tumor cerebral.
Una tomografía computarizada puede ser utilizada para verificar señales de un derrame o un tumor. Sin embargo, una tomografía no puede proveer información detallada sobre la estructura del cerebro.
Para demencia senil, se suele recomendar una resonancia magnética para confirmar el diagnóstico, debido a que puede esclarecer el daño que existe en los vasos sanguíneos causado por ciertos tipos de demencia.
Otros tipos de escaneos, como un electroencefalograma o una tomografía por emisión de positrones pueden ser recomendados en caso de que los anteriores estudios no sean certeros.
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