La neumonía se encuentra dentro de las primeras 20 causas de enfermedad en México. Aunque es la principal causa mundial de mortalidad infantil, la población mayor de 65 años corre mayor riesgo de presentar una afección de este tipo, debido al envejecimiento del sistema inmune.
Los signos y síntomas de la neumonía varían dependiendo de varios factores como el tipo de germen que causó la infección, la edad y el estado de salud en general. Los síntomas moderados pueden ser similares a los de un resfrío o una gripe común, excepto que duran más tiempo.
Los síntomas de la neumonía incluyen los siguientes:
Las neumonías se clasifican de acuerdo a cómo se adquieren:
Es la más frecuente; ocurre fuera de los hospitales y de otras instalaciones de cuidado de la salud. Sus causas se deben a diversos factores:
En este caso, la neumonía puede producirse sola o después de un resfrío o gripe. Puede afectar una parte del pulmón (lóbulo), esta afección se llama neumonía lobar.
Generalmente produce síntomas más leves. Se le denomina neumonía errante y no es lo suficientemente grave como para requerir reposo.
Este tipo de neumonía es más frecuente en personas con problemas crónicos de salud o un sistema inmunitario debilitado, así como en personas que han inhalado grandes dosis de estos organismos. Los hongos que la causan se encuentran en la tierra o en las heces de las aves y pueden variar según la ubicación geográfica.
Algunos de los virus que causan los resfríos y la gripe pueden causar neumonía. Los virus son la causa más frecuente de neumonía en los niños menores de 5 años. La neumonía viral suele ser leve, no obstante, en ocasiones, puede tornarse muy grave.
Algunas personas contraen neumonía durante su estancia hospitalaria debido a otras enfermedades. Puesto que las personas que la contraen ya están enfermas, la bacteria que causa este tipo de neumonía puede ser más resistente a los antibióticos, lo que puede resultar grave. Las personas que se encuentran con respiradores, los cuales suelen utilizarse en unidades de cuidados intensivos, tienen más riesgo de contraer este tipo de neumonía.
Este es un tipo de infección bacteriana que ocurre en personas que viven en instalaciones de cuidado de la salud por largo tiempo o que reciben cuidados en una clínica de atención ambulatoria, incluso en los centros de diálisis. Al igual que la neumonía adquirida en el hospital, puede manifestarse a causa de bacterias que son más resistentes a los antibióticos.
La neumonía por aspiración ocurre cuando alguien inhala comida, bebidas, vómito o saliva y llega a los pulmones. Esto sucede cuando se altera el reflejo de náusea, debido a una lesión cerebral, a la dificultad para tragar o al consumo excesivo de alcohol o drogas.
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La mayoría de los niños y personas sanos pueden combatir la infección mediante sus defensas naturales, pero los inmunodeprimidos presentan un mayor riesgo de contraerla. Por ejemplo, el sistema inmunológico de un niño puede debilitarse por mala nutrición, especialmente en lactantes no alimentados exclusivamente con leche materna.
La presencia previa de enfermedades como sarampión o infecciones de VIH asintomáticas también aumentan el riesgo de que un niño o una persona contraiga neumonía
Estos factores ambientales también aumentan la susceptibilidad de las personas:
Es posible reducir los factores de riesgo llevando a cabo ciertas acciones, como mantenerse alejado de las personas enfermas o de las sanas si tú eres el que tiene la enfermedad. También puede ayudar llevar a cabo estas acciones:
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