Si tu doctor te recomienda realizarte una tomografía, ¿deberías preguntarle si realmente la necesitas y si valen la pena los riesgos? La mayoría de las personas no lo hace.
Sin embargo, existen ocasiones en que estos estudios no son realmente necesarios. Por ejemplo, algunos estudios prueban que quienes se presentan con dolor de espalda baja, comienzan a sentirse mejor un mes después, independientemente de haberse hecho tomografías o no.
Ahora bien, eso no significa que no haya buenos motivos para realizártela. Al proveer una perspectiva extremadamente detallada del cuerpo, este examen permite identificar enfermedades y lesiones, además de ayudar a que el médico planee tu tratamiento. Como sea, existen preguntas que deberías realizar a tu doctor antes de hacerte una tomografía.
¿Cuáles son los riesgos?
Una pregunta completamente válida es querer saber los riesgos del estudio que te realizarás. En el caso de las tomografías, el riesgo es la radiación. En grandes dosis, exponerte a radiación ionizada puede dañar las células, contribuyendo potencialmente al desarrollo de cáncer; no obstante, todavía no existen evidencias de que los exámenes médicos realmente ocasionen esa enfermedad.
De hecho, las estimaciones actuales calculan que hacerte una tomografía sólo incrementa las posibilidades de desarrollar cáncer a 1 en 2000.
¿Deberías hacerte el examen?
Antes de proceder al estudio, deberías considerar cuidadosamente tus opciones. En ocasiones, la respuesta es claramente sí. Si un paciente llegara a la sala de emergencias con riesgo de apendicitis, no hay que dudar antes de hacerle el estudio.
En otros casos, si ya te han diagnosticado una condición y el examen no cambiará significativamente tu tratamiento, quizá sea mejor decir no. Pregunta los riesgos y asegúrate de que el beneficio será mayor.
Por otro lado, no debes dejar que el temor impida que te realices el examen. Si tu médico ha determinado que necesitas una tomografía, no temas hacerlas. Son muy útiles y les será de gran ayuda en tu diagnóstico o tratamiento.
Otras preguntas
Otras preguntas que podrías realizar son:
- ¿Por qué necesito este examen?
- ¿Cómo cambiará mi tratamiento?
- ¿Existen alternativas libres de radiación que puedan proveer información similar?
- Si se requieren exámenes adicionales durante un periodo largo de tiempo, ¿cuál es el plan para minimizar la exposición a la radiación?
Y si es tu hijo el que necesita una tomografía, lee esta guía para padres y entérate de todo al respecto.
