La pericarditis es una condición en la cual la membrana que se ubica alrededor del corazón, conocida como pericardio, se inflama. Es una enfermedad que se detecta fácilmente con un estudio de resonancia magnética.
La pericarditis
El pericardio mantiene el corazón en un lugar estable y ayuda a que funcione adecuadamente. Está compuesto por dos capas delgadas de tejido que resguardan el corazón y, entre ambas capas, se encuentra un poco de fluido que evita la fricción entre ellas.
Al padecer pericarditis, un estudio de resonancia magnética en el corazón demuestra cómo las capas del tejido se inflaman y comienzan a frotarse contra el corazón, lo que ocasiona dolor de pecho.
Dicho dolor es similar al que se siente antes de sufrir un paro cardiaco. Con frecuencia, el dolor es agudo, empeora cuando se inhala y mejora cuando la persona se sienta y se inclina hacia enfrente.
Existen dos tipos de pericarditis:
- Aguda: el dolor ocurre repentinamente y no tiene una duración larga.
- Crónica: se desarrolla a lo largo del tiempo y puede requerir más tratamiento que el agua.
Ambos tipos de pericarditis pueden irrumpir el ritmo o las funciones normales del corazón, llegando al extremo de causar la muerte, aunque dicha consecuencia no es frecuente.
¿Cuáles son las causas de la pericarditis?
En muchos casos, las causas de la pericarditis, ya sea aguda o crónica, son desconocidas. Sin embargo, algunas posibles causas son:
- Infecciones virales: La pericarditis suele suceder después de una infección respiratoria, aunque no se encuentre el virus que la cause. Infecciones bacterianas y micóticas también pueden causarla.
- Desórdenes autoinmunes: la mayoría de los casos de pericarditis crónica son un resultado de enfermedades autoinmunes, como lupus, esclerodermia y artritis reumatoide.
- Ataques cardiacos u operaciones al corazón.
- Fallo renal, VIH, cáncer o tuberculosis.
- Terapia con radiación.
- Ciertas medicinas, como la fenitoína, warfarina, heparina y la procainamida.
¿Cuáles son los síntomas de la pericarditis?
Los síntomas entre pericarditis aguda y crónica son diferentes y, con ayuda de un estudio de resonancia magnética, pueden ser diagnosticados con precisión. A continuación, especificamos los correspondientes a cada tipo.
Pericarditis Aguda
El síntoma más evidente de la pericarditis aguda es un dolor punzante y penetrante en el pecho. El dolor suele llegar repentinamente y, con frecuencia, se siente en el medio o del lado izquierdo del pecho. Igualmente, puede ser acompañado de dolor en uno o dos hombros, cuello, espalda y abdomen.
El dolor tiende a disminuir cuando uno se sienta y se inclina para enfrente. Es necesario evitar recostarse y respirar profundo, ya que sólo empeorará.
Algunas personas con pericarditis aguda también presentan fiebre, debilidad, palpitaciones, problemas para respirar y tosidos.
Pericarditis Crónica
El dolor es también el síntoma más común de la pericarditis crónica, pero también puede ser acompañado por cansancio, tosidos frecuentes y respiraciones poco profundas. Casos severos de pericarditis crónicas pueden causar inflamación en el estómago y piernas, e hipertensión.
Con la atención y el tratamiento adecuados, la mayoría de las personas se recuperan completamente de la pericarditis. Comienza con un estudio de resonancia magnética y tu doctor te proveerá con el tratamiento necesario para la recuperación y prevención de futuros problemas.
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